Contando sueños.

domingo, 17 de febrero de 2013

-Storm.

Tumbada en la cama. Mirando por la ventana. El día está nublado. Hace frío. Podría llover un poco, no estaría mal. Me gusta la lluvia. Necesito un día de lluvia. Son esos días en los que reflexionas sobre estupideces, mientras las gotas hacen carreras en la ventana.
Un chocolate calentito, que eche humo de la taza, mientras arropada con una manta me siento a mirar la lluvia tras el cristal en ese sillón mullido y confortable. Que no se oiga ni un ruido. Sólo el sonido de las gotas de lluvia impactando contra el suelo.


Entones, ¡Zas! un relámpago. La habitación se ilumina. La lluvia sigue cayendo, pero ahora con más fuerza. No me da tiempo a contar ni 4 cuatro segundos cuando suena el trueno. La tormenta está aquí, y con ella todos los pensamientos típicos de un día de lluvia, cierro los ojos. La puerta se abre y una sombra se acerca. Se sienta a mi lado y me abraza. Podría ser así siempre. Podría detenerse el mundo ahora mismo. Podría seguir lloviendo, pero ya ha parado. Abro los ojos.

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